1.12.15

Pedro Lezcano Jaén

Cuando vi el cuadro de Pedro, “la femme y fatale”, supe que no podía haber otra imagen de portada que definiera mejor el concepto de mi novela. Pedro y yo no éramos especialmente amigos. Coincidíamos en algún almuerzo, reunión y, por supuesto, en sus exposiciones ya que mi admiración por su trabajo es absoluta. En cuanto lo llamé, me encontré con una persona cercana, generosa, abierta a colaborar, muy lejos de ese halo egocentrista que emanan algunos maestros -o pseudomaestros- en cualquier manifestación artística.
Este cuadro forma parte de una exposición que inauguró a finales del 2013 con el título “Silent-es”, con ella quería rendir un homenaje al cine mudo. Dice Pedro: 
"Cuando una película de la era muda (1888-1927 aprox.) transcurre ante mis ojos, no estoy viendo una película. Veo el tiempo.
¿Les he dicho que estoy pintando al Cine Mudo?  (…)sido el cine y sus comienzos: el blanco, el negro, su millón de grises, el tiempo y… ellos, todos ellos. Los silentes, los actores sin voz."


Nada de lo que yo pueda decir o transcribir, adornaría su obra que brilla con luz propia; la misma luz que emana de si mismo, y lo hace grande como persona. Nunca olvidaré cuando, antes de la presentación de Hábito blanco, fui al estudio a entregarle un ejemplar y… Gracias, Pedro.

Pilar Cárdenes
http://pedrolezcanojaen.blogspot.com.es

4 comentarios:

  1. Me gusta la portada.
    Mucho.

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti, Pilar. Felicidades por tu novela; se lee sola, y eso no se puede lograr sino escribiendo sencillo y bien, algo muy difícil de lograr.

    ResponderEliminar